I (cíclica negación)
Subes al desierto de mi sexo,
seductora de cielo,
te entregas a los ángeles de la libertad…
¿quién eres princesa de lamentaciones?
¿quién serás reina de corazones?
Cuando las luces se prendan
y tenga que volver a negarte,
si nunca estuviste en mi tacto…
II (placentera imaginación )
Despertaremos de mis sábanas
la orquídea salvaje
que nunca fue avistada,
y en mi coraza de diamantes
pondré tu alma
y en la madre selva de los dolores
dictaré la extremaunción
de mi causa
al placebo de la luz en tu ventana…
III (primer suplica… cabizbajo)
Has de mi entereza corporal
un sello a la prestancia de tu corazón,
pon mi rayón de esperanzas
en la entelequia de tu brazo,
y abrázame como si fueras el sol
absorbiendo a la luna
en un encuentro de milenios postergados…
IV (alucinaciones)
Porque fuerte es la raíz del amor,
y mas fuerte es la daga
que separa la rosa de su tallo…
Porque son cínicos y hermosos
los celos bien habidos,
que atraen la fricción…
Porque son brasa intangible
mis ataúdes de niño
en la clemencia de tus sombras.
V (segunda suplica… mirada roja)
Sé mi fuego…
has que mis llamas tengan la imprudencia
para destruir la materia gris
del universo que nos aleja…
Subes al desierto de mi sexo,
seductora de cielo,
te entregas a los ángeles de la libertad…
¿quién eres princesa de lamentaciones?
¿quién serás reina de corazones?
Cuando las luces se prendan
y tenga que volver a negarte,
si nunca estuviste en mi tacto…
II (placentera imaginación )
Despertaremos de mis sábanas
la orquídea salvaje
que nunca fue avistada,
y en mi coraza de diamantes
pondré tu alma
y en la madre selva de los dolores
dictaré la extremaunción
de mi causa
al placebo de la luz en tu ventana…
III (primer suplica… cabizbajo)
Has de mi entereza corporal
un sello a la prestancia de tu corazón,
pon mi rayón de esperanzas
en la entelequia de tu brazo,
y abrázame como si fueras el sol
absorbiendo a la luna
en un encuentro de milenios postergados…
IV (alucinaciones)
Porque fuerte es la raíz del amor,
y mas fuerte es la daga
que separa la rosa de su tallo…
Porque son cínicos y hermosos
los celos bien habidos,
que atraen la fricción…
Porque son brasa intangible
mis ataúdes de niño
en la clemencia de tus sombras.
V (segunda suplica… mirada roja)
Sé mi fuego…
has que mis llamas tengan la imprudencia
para destruir la materia gris
del universo que nos aleja…
VI (se incendian los mares)
Porque ni todos los mares
apagarán la llama de uno de tus besos,
ni los ríos en alud torrencial
ahogaran la rama que olvidaste en mis pestañas…
Porque si diese un nombre
a las cosas que en mi provocas
el silencio menospreciaría mi encanto
y en llanto peregrino
destruiría cualquier vena
o aorta
o miedo de años sin otra palabra…
VII (no más decencia)
Porque ni todos los mares
apagarán la llama de uno de tus besos,
ni los ríos en alud torrencial
ahogaran la rama que olvidaste en mis pestañas…
Porque si diese un nombre
a las cosas que en mi provocas
el silencio menospreciaría mi encanto
y en llanto peregrino
destruiría cualquier vena
o aorta
o miedo de años sin otra palabra…
VII (no más decencia)
Porque de ti, haré mi comarca
en el luto de las horas sin mañana,
y me daré en la inocencia de tus pechos
a la servidumbre de quien
no sintiendo,
en el luto de las horas sin mañana,
y me daré en la inocencia de tus pechos
a la servidumbre de quien
no sintiendo,
se abandona en la secuela
de una historia ya mutilada…
Que mis dedos formen puentes
y mis labios te recorran con impudencia;
que mis dientes rasguen malezas
y mi saliva alimente el despojo de tus ansias…
VIII (entre dos tierras)
Porque si eres un muro
o una celda o un templo sagrado,
edificaré con caricias
un palacio de plata
de mi bahía hasta tu puerto…
Porque si tu puerta es de acero
me guareceré del poder de un cometa
y forzaré tus simientes
con la benevolencia de la inexperiencia,
con la elegancia de un ser alado
desplegando sus alas….
Porque si yo fuese el muro,
o la celda o el templo sagrado.
Te daría en la urgencia de mi lengua,
las llaves, para que abras las secuelas
de lo que pude haber sido
si solo te hubiera interpretado…
IX (derrota o estúpida negación)
Porque de tus pechos hice torres,
y de tus manos soldados de papel,
porque al liberarme;
hiciste de mi boca el dragón azul
que renovará la paz,
en tu piel,
de una historia ya mutilada…
Que mis dedos formen puentes
y mis labios te recorran con impudencia;
que mis dientes rasguen malezas
y mi saliva alimente el despojo de tus ansias…
VIII (entre dos tierras)
Porque si eres un muro
o una celda o un templo sagrado,
edificaré con caricias
un palacio de plata
de mi bahía hasta tu puerto…
Porque si tu puerta es de acero
me guareceré del poder de un cometa
y forzaré tus simientes
con la benevolencia de la inexperiencia,
con la elegancia de un ser alado
desplegando sus alas….
Porque si yo fuese el muro,
o la celda o el templo sagrado.
Te daría en la urgencia de mi lengua,
las llaves, para que abras las secuelas
de lo que pude haber sido
si solo te hubiera interpretado…
IX (derrota o estúpida negación)
Porque de tus pechos hice torres,
y de tus manos soldados de papel,
porque al liberarme;
hiciste de mi boca el dragón azul
que renovará la paz,
en tu piel,
en tus entrañas,
en tu alma…
X (aún no he dicho que te amo)
Hazme oírte,
entregando el fruto de tus viñas,
perece en mi
hasta hacerme ayuno de tus huesos,
y luego
clava con tu destreza inmaculada
la estaca que agriete mis sustancias…
Toma de mi lo que siempre deseaste,
toma de mi todo el amor,
que ya te amo,
y escupe en mis heridas
el cuervo negro que te atormenta.
XI (última inquisición)
Si tus pies
asumen viento
déjate correr,
si tus manos
alivian plantas
déjate florecer…
Florece en mí,
y nuestro jardín le dará sentido
a este histriónico poema
en él que acabo de revivir…
en tu alma…
X (aún no he dicho que te amo)
Hazme oírte,
entregando el fruto de tus viñas,
perece en mi
hasta hacerme ayuno de tus huesos,
y luego
clava con tu destreza inmaculada
la estaca que agriete mis sustancias…
Toma de mi lo que siempre deseaste,
toma de mi todo el amor,
que ya te amo,
y escupe en mis heridas
el cuervo negro que te atormenta.
XI (última inquisición)
Si tus pies
asumen viento
déjate correr,
si tus manos
alivian plantas
déjate florecer…
Florece en mí,
y nuestro jardín le dará sentido
a este histriónico poema
en él que acabo de revivir…
poem dedicado a la niña mas hermosa del mundo...
