De ti, a mi…
A un cielo crepuscular,
bordeado de nubes violetas,
hiciste polvo en mis narices.
A una estrella filigrana,
obstruiste inconciente
en el ceñir de tus labios…
Acabaste con el prejuicio mundano
de mi fiera especie,
acurrucaste
el diodo transistor de mi cerebro
en un jubileo de satélites espías
de amores intransigentes…
De ti…
a mi…
me llega la luz del sol
reflejada en espejos de barro,
en cristales
que no son mas que polvo de estrellas,
¿o serán rastros de tu piel que me trae el viento?
Me llega,
la brisa de tus pasos
abanicando golondrinas de oro en el espacio…
De ti…
un arlequín oleoso
dibujando un jardín en mis parpados,
edificando en mi cintura
la tumba sagrada
para tu aljófar rosada de grácil caparazón…
De ti...
por ti
mi vida encontró su oficio,
y el lento caracol
en rueda fortuna despierta
el ciclo vespertino del amor
en cada latido de mi corazón…
De ti…
para mí
el viento cambio su color,
su olor, su dirección…
el tiempo olvido su reloj,
su andar, su indiscreción,
y el tímido rocío de las flores
al sublevarse el sol,
se convirtió en el efímero néctar
de mi precocidad emocional…
De ti…
la serpiente hizo manzana
el harem de mis sueños,
la espada de hielo traspaso la noche
y entre sombras fugaces
mis alas le dieron bronce a tus pechos…
de ti…
no espero un eclipse solar,
ni el epígrafe, para un sí sesgador de esperanza,
no espero una mueca de benevolencia
ni labios secos al despertar,
de ti…
espero el infierno de tus cielos,
en el séptimo grito de histeria convencional,
la pesadilla de tus sueños
en la cuarta orgía de tus sábanas al volar,
el voraz pulso de tus ansias
al engullirse mi anhelo entre tus ropas…
de ti…
espero el agudo silencio
de una mirada desnudando otra…
de ti,
a ti
van dirigido todos mis deseos,
eres mi flor
y yo,
yo tan solo
soy el pétalo que te cubre del sol...
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