miércoles, 25 de julio de 2007

Soñando Un Romance Arrebatador...

Entra despacio
que la obsecuente luna
no oiga tus pasos,
quédate a oscuras
desfigurando mi especie
obsérvame desear tu llegada,
obsérvame escurrirme
en las bondades
de tu amnistía benevolente…


Deslízate por las sombras,
sé la estrella fugaz
a la refulgencia de mi inquietud.
Hazte sentir sin pronunciarte,
dibuja en mi espectral mirada
el ángel que acabas de olvidar en la puerta.
Hazte sentir sin pronunciarte
cuan quimera de lo impensado
haz que tu aroma sea el vino
que nos emborrache de pasión



No digas nada,
arrepiéntete de tus ansias anheladas,
de tus vicios de niña enamorada.
Deja que simplemente
se hablen nuestras miradas.
Juguemos a pertenecernos sin tocarnos,
en la pared retratémonos
como ayer nos soñamos,
impíos,
desiertos de lo ajeno,
frenéticos de lo impropio,
lascivos,
resignados,
a la incertidumbre del desvarío.


Deja que tu aliento
respire por mis huesos.
Interpreta la melodía de las manos.
Descubre tu esencia
antes de abrazar un señuelo
de lo que añoras…
Roza mis labios
y da unos pasos hacia atrás.

Desnúdame en tus pupilas
que en las mías ya cayeron tus tropas,
desvísteme de las hojas
que llenaron tu diario.
Arráncame los templos
de tu inmaculada inocencia.
Muérdete los labios
y gira tu cuello,
has lugar a los colmillos
de esta presa tomándose revancha.


Ven… acércate de una vez
tatuémonos, piel con piel,
hasta sangrar en el receso.
Abraza mis santuarios,
que yo asaltare tus tumbas.
Desprende tu gravitar multicolor,
se en mi la bestia de tus prisiones,
desahoga tu instinto
de supervivencia animal.




Pídeme lo que sea
que a tus pies me tienes,
deseoso de estrella.
Sumiso a tus encantos enérgicos.
Pídeme que humedezca tus dedos
que mi lengua es profesa
a la languidez de cualquier oráculo.
Pídeme que recorra cada centímetro de tu ser,
que mi tacto es profano
y sabrá saciar la vanidad de tu despojo ocasional.





Por lo que siempre nos negamos,
ahora en tus simientes me terminas acorralando.
Soy un simple eslabón
en la cadena de los placeres desiertos.
Abro las puertas del cielo
como quien encuentra
la entrada al mundo de los sueños,
será entonces la urgencia de mi lengua
la lujuriosa llave real.

Deja que muerda tu sexo
y que en la quinta escala
suba a tu ombligo a respirar.
No grites,
ni gimas,
desea lo insoslayable
de tu histriónica sonrisa.
Cierra los ojos
y espera cautelosa que aún hay más.




Subida a mi cintura
mi valquiria intangible,
alimenta mis emociones
en el regazo de lo descomunal.
Salimos de la habitación
olvidándonos de lo cotidiano.
Tus piernas ya cuelgan de la mesa,
y tus brazos aventando cualquier objeto
que interfiera a nuestro
efervescente desenfreno.

Te asedio en mis brazos
cuan abrazo de años sin vernos,
te entregas sumisa
caen tus parpados a mi desorden mental.
Te entregas a la noche de los astros,
rendida, inocente e incauta,
sin buscar explicaciones
entendiendo que la pasión
solo actúa por reflejo…



Te aferras a mi espalda
tus piernas anudan
mis soeces movimientos
vamos... clava tus uñas!!,
te grito sin tocar palabra…
Que las heridas terminaran por cicatrizar
aún no hablemos…
aún no gritemos por favor…
que estamos en seda
y vinimos a ser reos de lo imaginario.



De tus ardores
tomo el elixir de la existencia.
De tus gestos de averió
nutro el fantasma de la codicia.
Enjuago mis inmundicias
en tu vientre,
siento corroer tu cuerpo
con la acidez de mi saliva.
Me alivia ser tu despropósito
tu dosis de lo prohibido…




Recorremos a ciegas cada espacio quieto
tus hombros se encogen en mis besos,
mi abdomen en el arco de tu espalda
tus manos contra la pared.
Inconciente te sientes manipulable,
doblo tus brazos
al punto en que jadeas
en infinita armonía y paz,
termino por soltarte las riendas.
Entiendo es el turno de complacerte.



Aun no pronunciamos palabra.
El cuadro se ha caído al suelo
con los dos envueltos en el otro
nos respiramos casi dormidos.

Nuestros labios,
nocturnos peregrinos
no se sueltan.
Nuestras manos,
curiosos visitantes
se hablan en su idioma.

Desde las alturas
seríamos un agraciado capullo
a punto de abrirse
y germinar en una flor de loto.

Me llevas profundo como una perla
seré entonces tu tierra,
preguntas: ¿adónde vas?...
al sur de tu ilusión…
a empezar de nuevo.

2 comentarios:

Gus. dijo...

Que buen poema fede, me encanto.

-Anna- dijo...

Creo que ya lo había leído...y es perfecto en toda su extensión. A veces se necesitan muchas palabras, muchas imágenes, mucho de todo para describir el amor...otras veces es simple como la lluvia. El punto es...como ya te dije otra vez antes "el amor es llano, eso es lo único cierto" :P
Es genial fedis.
Un besote
(Hoy estoy de día libre yeahhh!!)

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